Argentina, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, México, Panamá y Perú, miembros del Grupo de Buenos Aires, reciben con gran preocupación el anuncio del gobierno de Japón de retirarse de la CBI.
La Comisión Ballenera Internacional, en inglés, International Whaling Commission, es un organismo internacional creado el 2 de diciembre de 1946 por la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, firmada en Washington, que se fundó con la finalidad de regular la caza y el comercio de cetáceos.
Es el único foro multilateral para el desarrollo de acuerdos internacionales sobre el manejo y la conservación de las poblaciones de ballenas, y la coordinación de investigación de primer nivel.
La Comisión Ballenera Internacional ha favorecido la creación de un marco de acción significativo para todos sus países miembros, además de permitir y promover desarrollos científicos y técnicos que son de vital importancia para la ciencia marina y los recursos marinos del planeta.
A través del trabajo y funcionamiento de su Comité Científico, el cual es internacionalmente reconocido por contar con los mejores científicos en la materia y por la calidad de sus labores, la Comisión Ballenera Internacional ha generado un corpus de conocimiento incomparable sobre las poblaciones de ballenas y demás cetáceos, su gestión y conservación a largo plazo.
Considerando la vigencia del interés internacional en salvaguardar para las generaciones futuras la salud de los océanos y los grandes recursos naturales que representa la especie ballenera, recibimos con inquietud la decisión de Japón, en detrimento de los acuerdos internacionales.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, México, Panamá y Perú hacen votos para que el gobierno de Japón continúe cooperando con la comunidad internacional, en el marco del derecho internacional, para fortalecer el diálogo y la construcción de consensos que permitan el fortalecimiento de la Comisión Ballenera Internacional, y hace un exhorto para que Japón renueve su compromiso con el avance de este proceso.
El gobierno Japonés pertenece a la CBI desde abril de 1951 y ha respetado la moratoria impuesta en 1982 a la caza comercial de ballenas en general, pero ha realizado incursiones de caza de ballenas en regiones como la Antártida, con la excusa de fines científicos.
La conservación de las especies y la biodiversidad debería ser un objetivo común para todos los seres humanos porque cada especie cumple con una labor específica dentro de su ecosistema y las redes tróficas de las que forma parte y que en muchas ocasiones beneficia al Hombre directa o indirectamente.
Específicamente las ballenas, contribuyen con sus heces -ricas en hierro-, uno de los nutrientes necesarios en el medio marino y que suele ser limitante para el crecimiento de muchas especies.
Por este mismo motivo, las ballenas parecen tener un buen recurso para ayudar a mitigar el cambio climático, del cual el ser humano es el principal responsable, pues sus heces contribuyen al crecimiento de las algas que son a su vez responsables de la mayor absorción de dióxido de carbono -CO2- en el planeta.