Lo primero al fijarse en esta película es destacar un detalle importante. Es inevitable no poder quitarse de la cabeza, por mucho que se quiera, la comparación mental de esta "Mujer Maravilla" con los dos estrenos más recientes de la factoría de DC Comics en la gran pantalla: "Batman vs. Superman: El Origen de la Justicia" y "Escuadrón Suicida". También podríamos remontarnos a "El Hombre de Acero", pero aquél queda bastante más lejano aunque es quizá con el que comparte mayores significados.
¿De verdad pertenecen todas estas películas al mismo universo? Cuesta creerlo cuando el producto que nos ha dejado Patty Jenkins en la dirección con "Mujer Maravilla" dista tanto en estética, simbolismo y forma de narrar su historia con respecto a sus "predecesoras", por llamarlas de algún modo.
En la cinta de "Mujer Maravilla" hay mucha luminosidad, mucho brío y muchas secuencias de acción ágil, alejadas de las profundidades y supuestos giros dramáticos y de peso que sufrían los personajes de la cinta de Zack Snyder, donde, por cierto, Gadot era también partícipe y donde conocimos al personaje en pantalla grande por primera vez.
Se da además la extraña paradoja de que en la citada película "Batman vs. Superman" -cuya versión extendida del director, que nunca se estrenó en cines e incluía bastante más metraje filmado por Zack Snyder- la aparición de Gal Gadot encarnando al personaje de Diana Prince era uno de los mejores aciertos de la película.
Afortunadamente Gal Gadot es insuperable en su personaje como Mujer Maravilla y Diana Prince. Sufre una evolución y la vamos conociendo poco a poco. No hay una actriz mejor para bordar este rol que pueda superar a Gadot por físico y presencia.
Tras ver la película queda claro que Gal Gadot es nuestra Mujer Maravilla para el cine por derecho y eso no se puede discutir. En esta nueva cinta Patty Jenkins nos la muestra espléndida, dirigiendo a la actriz con acierto y estando las dos a la altura del reto planteado.
Por lo tanto, DC ha querido alejarse aquí de historias tenebrosas y densas -como era el caso de Batman vs. Superman- y alocadas y frenéticas -Escuadrón Suicida-. Para eso, con "Mujer Maravilla" buscaba dotar al film de un aire clásico de aventuras y ha asumido que la película tenía que buscar algo básico: entretener. Y lo consigue, yendo a lo básico y al grano. Ya por eso merece la pena.
La historia, claro, arranca contando los orígenes del personaje en su isla rodeada de una civilización magnífica. Una maravillosa primera parte de película donde asistimos a una evolución en la preparación y lucha de la princesa de las Amazonas. Incluso creo que es la parte más cercana al clásico de Richard Donner -Superman, 1978- y sus paralelismos quedan claros. La propia Jenkins reconoció haber "bebido" de esa cinta para arrancar el proyecto.
Pero no todo puede ser perfecto y a partir de la aparición del futuro novio de Diana, Steve Trevor -al que da vida Chris Pine-, es cuando el protagonismo empieza a difuminarse y se comparte entre el propio Pine y Gadot.
Steve y Diana pasan a ser dos personajes aunque en teoría la cinta debería primar mucho más el perfil de ella, cosa que no siempre ocurre durante el segundo acto. El espectador tiene que seguir a dos personajes claves en pantalla y es cuando el guión toma demasiados enfoques, quizá innecesarios, por dar a Pine una imagen de personaje bastante central en Londres en pleno conflicto bélico mundial.
Las escenas de acción están trabajadas, así como bastante de la trama que discurre entre una ambivalencia policial y aventurera, pero no todo en la película funciona. Por ejemplo, da la sensación de que hay muchas "películas" dentro de la propia película. No todas las subtramas, lamentablemente, están al mismo nivel. La trama romántica, sin ser plomiza, aburrida o cargante, no termina de ser de una química absoluta que traspase la pantalla entre Gal Gadot y Chris Pine. Y por último, los villanos Ares y Doctora Poison son mejorables por desarrollo y presencia.
A favor, todo lo dicho antes: entretenimiento, Gal Gadot sobresaliente, buenas secuencias de batallas y efectos digitales, el intento de primar el brillo, la luminosidad y la idea de dotar al film de cierto humor -algo de lo que DC a veces carecía-. Y no olvidemos que vemos a secundarios de la talla de David Thewlis, Robin Wright, Connie Nielsen y Elena Anaya que acompañan al elenco.
La llegada de esta película equivalía a mantener unas expectativas por todo lo alto. El universo del mundo cinematográfico de DC a través de una potente distribuidora como Warner se la jugaba. Y le ha salido considerablemente bien aunque haya imperfecciones.
Así que la pregunta que se plantea ahora es: ¿estamos ante la mejor película del universo extendido de DC Comics en la gran pantalla? Bueno, la película tiene carencias, como citaba, pero al menos es la más luminosa, positiva y entretenida de todas las que componen este universo hasta el momento desde 2013.
Ya sabemos que veremos más del personaje de Mujer Maravilla y esperemos un mayor hincapié en ese bello mensaje de "el amor de las personas es lo que debe hacer mover el mundo", que debería estar presente más que nunca en la actualidad.