Desde que en 1970 se celebró la primer convención anual de fanáticos de los cómics, en la ciudad de San Diego, California, las Cómic Con se han ido bifurcando a todo el mundo, e incluso perdiendo o derivando su principal atracción, que es un sitio único en el que fanáticos de las historietas de todas las ciudades pueden comprar, canjear, intercambiar novelas y ediciones inéditas o difíciles de encontrar.
En estos 40 años, las Cómic Con son plataformas de lanzamiento de películas y series relacionadas con géneros fantásticos, y miles de fanáticos lo utilizan para demostrar su fidelidad y creatividad, además para poder disfrazarse como sus personajes de fantasía preferidos, e incluso participar de concursos que premian este esfuerzo.
Ya no se trata solamente de un refugio para geeks o nerds, sino una atracción imperdible de la cultura popular a nivel mundial, al punto que para los estudios de Hollywood es más importante tener stands en la cómic con con sus principales figuras y estrellas en una mesa, que en cualquier Festival de Cine de Terror celebrado en cualquier parte del mundo. Este fenómeno, que principalmente se sucede en Julio en Estados Unidos, ha llegado a la argentina hace 4 años atrás, en 2013, y se celebra dos veces por año –con ilusoria intención de alcanzar más rápido a la de San Diego- y con el objetivo de traer a mayores y más relevantes figuras internacionales, edición tras edición.
Tanto las grandes distribuidoras como los principales estudios, y canales de televisión por cable, le encontraron el atractivo comercial a la Argentina Cómic Con, y poco a poco se va convirtiendo en una pequeña muestra de lo que sucede en San Diego.
Esta última edición, celebrada entre el 26 y 28 de mayo pasado, ha demostrado que el público argentino en general, no solo coleccionistas y fanáticos, están interesados en este tipo de propuestas. Y ya no se traen artistas que pertenecen al recuerdo o la nostalgia como Robert Englund –el inmortal Freddy Krueger- o Nichelle Nicholls –de la original saga de Viaje a las estrellas-, por el contrario se apostó por estrellas y figuras del presente.
Por un lado, Netflix trajo a Millie Bobby Brown, la revelación de la serie Stranger Things que le robó el protagonismo a Winona Ryder, que además de brindar una charla con sus fans y el periodista Alexis Puig, se animó a cantar –este repertorio no fue espontáneo, ya que también cantó en Chile- y después firmó autógrafos y se sacó fotos con el público –lo que tenía un elevado valor adicional-.
El otro invitado relevante lo trajo HBO. Nicolaj Coster-Waldau, el intérprete danés que se hizo popular fuera de su país natal como el matareyes Jaime Lannister de Games of Thrones fue el único en participar de charlas durante los tres días que funcionó la convención. Simpático y carismático se limitó a responder preguntas relacionadas con el futuro de la serie, de su personaje e hipotéticas consultas de fanáticos de las novelas: ¿Cómo te gustaría que muera tu personaje?. El artista no lo pensó demasiado –no debe ser la primera vez que se lo preguntan-. Quemado vivo por la llama de un dragón.
Aún cuando poco se pudo profundizar sobre sus otros trabajos y la intimidad para trabajar con el personaje desde su faceta intelectual, el actor se vio afectado por el cariño del público presente y siempre se mostró amable, acotando que todo lo que recauda de sus viajes y presentaciones lo dona en obras de caridad en Dinamarca. Un verdadero caballero.
El tercer invitado ya no se trató de una figura popular entre chicos y adolescentes, sino que apuntó al público más cinéfilo. Luc Besson, prácticamente no necesita presentaciones. Se trata de un niño prodigio de la cinematografía francesa. Muy alejado de la nouvelle vague, Besson trajo revolución en la forma de ver la acción y la ciencia ficción en su país. La ambición de sus historias y mundos le han traido admiración y fanáticos en todas partes. Pero más allá de ser el creador de un thriller de culto como Subway, los dramas policiales como Nikita o El perfecto asesino, el melodrama autobiográfico Azul profundo, la gran aventura espacial El quinto elemento o la épica Juana de Arco, entre otras, Besson, fue el creador, en calidad de coguionista y productor, de numerosas franquicias de acción como Búsqueda impecable -Taken- –reinventando a Liam Neeson como héroe- y de El transportador –que convirtió en verdadera estrella a Jason Statham-.
Lamentablemente ni Alexis Puig ni el público hablaron de esta interesante faceta de Besson que vino a presentar 6 minutos –no seguidos- de su última y más ambiciosa producción hasta la fecha, Valerian y la ciudad de los mil planetas, basada en la novela gráfica de Pierre Christin y Jean-Claude Mézieres. Publicada en 1967 se trata de un cómic de culto entre los franceses que ha repercutido en todo el mundo. Besson, fanático del libro ha intentado llevarla a la pantalla por casi 20 años, después de la buena repercusión de El quinto elemento, que admite que no tuvo que ver con Valerian.
El fragmento exhibido en pantalla gigante se ve asombroso. Con influencias visuales de Star Wars –aunque el cómic fue publicado 10 años antes que Lucas estrenara su primera película de la saga- Besson lleva a los espectadores a otras galaxias, y el uso del CGI se ve apropiado, acompañado por un oportuno uso del humor y el atractivo de dos jóvenes promesas de estrellas como Dane De Haan –Poder sin límites- y Cara Delevigne –Escuadrón suicida-, acompañados por Clive Owen, Ethan Hawke y Rihanna en roles secundarios.
Besson habló un poco de su infancia, la negativa de su madre cuando se escapó de su casa a los 18 años para trabajar en cine –ahora ve todas mis películas, dijo posteriormente- sus primeros trabajos, cómo conoció a Eric Serra, su músico habitual, y a Jean Reno, que actuó en sus primera películas. Besson hizo su propio show sobre el escenario de la sala grande del Auditorio de Costa Salguero, donde se celebró la cómic con. Entre anécdotas y lecciones de cine, Luc Besson no pasó inadvertido, dejando algo más que firmas en el camino.
Por último vale destacar la presencia local. De inminente estreno, estuvo presente Peter Lanzani y parte del elenco Solo se vive una vez, comedia de acción que además cuenta con las actuaciones de Gerard Depardieu y Santiago Segura, entre otros. Quizás más acorde a lo que se vive y se siente en la Comic Con fue la presentación de Necronomicón, nueva película de Marcelo Schapces, basado en el libro de Luciano Saracino –que ofició de presentador- con guión de Ricardo Romero. Esta película que se estrenará después de mitad de año se sucede en una distópica Buenos Aires, en la que un hombre buscará el famoso libro de los muertos, relacionado con la mitología lovecraftiana. Criaturas fantásticas emergen de las páginas y el equipo de maquillaje y efectos especiales mostró los bocetos de lo que podría ser una interesante apuesta nacional por el género. El elenco se compone por Diego Velázquez, Maria Laura Cali, Victoria Maurette, Cecilia Rossetto –presentes- y Daniel Fanego y Federico Luppi- ausentes de la presentación.
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, por otro lado, inauguró la nueva carpa del INCAA, un cine móvil muy bien acondicionado en el que se proyectaron grandes éxitos del género de terror y fantástico que se mostraron por primera vez durante alguna edición del Festival, como Kryptonita y Diablo, ambas de Nicanor Loreti, El muerto cuenta su historia, de Fabián Forte, Hermanos de sangre, de Daniel de la Vega, Terror 5, de los hermanos Rotstein, o la inédita No sabés con quién estás hablando, de Demian Rugna. La sala estuvo colmada en todas sus funciones.
Además, el fanático de Star Wars pudo ver desfiles y presentaciones de asociaciones sin fines de lucro que tienen trajes originales, y organizan actuaciones a beneficencia; concursos de cosplays, en los que el ingenio y la creatividad se hacen presentes; decorados, objetos, juegos de Games of Thrones, Alien Covenant, The Big Bang Theory y otras series de Warner Channel, Spiderman Homecoming, Piratas del Caribe 5, Cars 3, los próximos estrenos de Marvel, la secuela de Kingsman, un Optimus Prime del tamaño de un hombre, los vestidos del film Laberinto, y obviamente stands de venta de remeras, objetos, pins, etc, y claro, cómics, mangas, animés, que son la principal búsqueda de cualquier convención.
La Argentina Cómic Con 2017 fue la más ambiciosa y exitosa de su historia. Más de 80 mil espectadores acudieron a Costa Salguero en tres días. Sería interesante superar esta cifra en las próximas ediciones y repetir la calidad de invitados.