Año a año, y trimestre a trimestre, las compañías de fabricación de dispositivos tecnológicos luchan por quedarse con el primer puesto en el escalafón de ventas. A diferencia de otros mercados, significativamente más polarizados, es del desarrollo de smartphones es –hace ya varios años- oligopolio absoluto de Samsung y Apple.
Samsung, como principal vendedora de equipos de telefonía inteligente -mantiene hace ya tiempo este galardón-, vendió el 22,8% de los equipos a nivel mundial y Apple, que no ve con malo ojos ese preciado segundo lugar, el 14,9%. Pero, a diferencia de mediciones anteriores, son otros los competidores que poco a poco buscan hacer sombra a los dos grandes líderes.
Huawei, que ya se presenta como la tercera compañía a nivel mundial incluso en sus publicidades, obtuvo ese puesto alcanzando el 9,8% del mercado, a tan sólo 5 puntos debajo de Apple. Comentan incluso desde el seno de la marca china, que esperan llegar al segundo lugar en menos de dos años, previo a 2019.
Más abajo se encuentra Oppo, con el 7,4%, y luego Vivo con el 5,2%. El restante 39,9% del mercado de venta de smartphones se divide entre otras compañías más pequeñas.
Uno de los datos más interesantes que podemos observar a partir de esta nueva medición, es cuán poco afectó realmente el fiasco del Galaxy Note 7, a Samsung. Si bien, el público en general creía que los teléfonos que explotaban podían desbalancear, y hasta hacer caer, a la gigante coreana, Samsung continúa como líder indiscutido.
Por otro lado, cabe destacar, que según este informe la compra de smartphones no se detiene, sino que –al contrario- crece. En comparación al mismo período de 2016, el trimestre de enero-febrero-marzo, fueron vendidas 347 millones de unidades más.
En resumen, según lo que deja ver el informe, pareciera que el fiasco del Galaxy Note 7 no fue tal para Samsung –al menos a nivel comercial-, y podemos confirmar el crecimiento de las empresas chinas que proyectan alcanzar a las marcas principales en algunos meses.