Carrie Frances Fisher falleció a los 60 años. Hija del cantante y actor, Eddie Fisher, y de la actriz Debbie Reynolds –Cantando bajo la lluvia- Carrie, dio su propio salto como actriz gracias a su interpretación como la Princesa Leia de la saga de Star Wars, creada por George Lucas.
El sorpresivo éxito del film original de 1977 no solamente alcanzó a su director, sino también a sus intérpretes, que, a excepción de Harrison Ford –que posteriormente sería más identificable como Indiana Jones- no lograrían evitar fácilmente el encasillamiento. Ni Carrie Fisher, ni Mark Hamill, pudieron escapar de la sombra del lado oscuro de la fama.
Aunque durante los años 80s, Carrie se esforzara por conseguir un rol diferente a la heroína de la franquicia de ciencia ficción, era difícil para la joven actriz que la eligieran para protagonizar algún otro film. Lo más destacado fueron personajes secundarios en notables comedias románticas como Cuando Harry conoció a Sally, de Rob Reiner, y Hannah y sus hermanas, de Woody Allen.
Los años 90 fueron todavía más difíciles. Mientras luchaba contra diversas adicciones, tenía que enfrentar aún vivir a la sombra de su madre, Debbie Reynolds.
Fisher encontró en la literatura una alternativa de vida y una manera de enfrentar su pasado y presente en la industria cinematográfica. Escribió varias novelas, pero fue recién en 1990 tuvo la oportunidad de ver su propia historia en la pantalla grande, a partir de la adaptación de Recuerdos de Hollywood –el guión estuvo a su cargo también- dirigida por Mike Nicholls.
El foco del film, en tono de comedia dramática, está puesto en la difícil relación con su madre. Meryl Streep interpretó el rol de Fisher –el personaje se llamaba Suzanne Vale- y Shirley McLaine a Reynolds. El film tuvo dos nominaciones al Oscar, incluida una para Streep.
A partir de Recuerdos… varios fueron los ojos que se posaron en Fisher escritora.
Fue Steven Spielberg quién le pidió que re escribiera algunos diálogos para Hook -1991-. Posteriormente, George Lucas la contrató como Script Doctor –revisora de guiones- para la serie de El joven Indiana Jones, y más recientemente, las precuelas de Star Wars.
Alternando cameos y pequeñas interpretaciones en películas, con su nueva carrera como guionista fantasmas, Fisher tuvo un renacimiento en el mundo del cine. En el año 2000 hizo un pequeño rol en Scream 3, y la escena fue escrita completamente por ellas.
La vida privada de Fisher también fue foco de numerosos escándalos. No hace mucho, admitió haber tenido un romance con Harrison Ford mientras filmaban las primeras Star Wars. La actriz tuvo un breve matrimonio con el cantante Paul Simon. Solo duraron un año. En 1992 tuvo a su única hija, Billie Lourd –actriz de la serie Scream Queens- junto con su agente, Bryan Lourd.
En el 2015 tuvo su primer rol importante en mucho tiempo. Fue en Star Wars: Episodio 7 - El despertar de la fuerza, de J.J. Abrams, repitiendo el rol de la Princesa Leia. La nueva trilogía de la saga que la hizo famosa parecía la oportunidad que Fisher, actriz talentosa pero desaprovechada, necesitaba para darle una nueva esperanza a su carrera.
A mediados de 2016, Fisher terminó con su participación en Episodio 8, de Rian Johnson y comenzaba a prepararse para trabajar en el episodio 9, además de concretar otros proyectos como guionista, dramaturga y escritora.
Lamentablemente, el pasado viernes 23 de diciembre, Carrie tuvo un infarto mientras volaba de Londres a Los Ángeles.
A pesar de los rumores por parte de familiares –su hermano y su madre- que dijeron que Fisher estaba en “condición estable” –el hermano después se contradijo- la actriz que inmortalizó a la Princesa más importante de la galaxia con el inolvidable doble rodete en el cabello, dejaría este mundo el martes 27 a las 8:30 de la mañana. Una noticia muy triste.
Una pérdida más de este terrible 2016 para el universo del espectáculo.
Quedará en el recuerdo su sonrisa, su fuerte personalidad, su fragilidad y espíritu guerrero. Porque Carrie Fisher atravesaba al personaje. Carrie fue una luchadora en la ficción y la realidad. Pocas personalidades lograron una simbiosis con sus alter-egos, aún odiándolos, como logró ella. Que la fuerza la acompañe.