Las cifras de la última medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos ha dado testimonio de lo que se percibía en la calle,la pobreza e indigencia ha crecido en estos dos primeros trimestres del gobierno de Macri, pese a que el presidente cree que los números del INDEC forman parte de la política de transparencia de este nuevo gobierno, porque la pobreza y la indigencia también forman parte de la pesada herencia, frase a la que se recurre cuando no le pueden encontrar la vuelta a la economía.
El último informe sobre la pobreza había sido publicado en el primer semestre de 2013 y a partir de allí fue discontinuado. El cambio metodológico del organismo, que ahora conduce Jorge Todesca, sacó una fotografía de lo ocurrido entre abril y junio de este año, lo que complica aún más cualquier comparación con las mediciones anteriores.
Sin embardo el presidente Mauricio Macri en una conferencia de prensa de 15 minutos, reclamó que se juzgue su desempeño a partir de los nuevos datos, dejando en el olvido los tarifazos, el cierre de paritarias en forma unilateral, la devaluación, la quita de retenciones a los alimentos, los tarifazos en los servicios, los despidos en el sector público y la apertura importadora.
La crisis económica y social que provocaron las últimas medidas económicas fueron determinantes para el cuadro de situación actual.
La inflación llevó el índice de precios del 23,8 por ciento a octubre 2015, antes de las elecciones, al 47,1 por ciento en junio de este año, según el registro del gobierno porteño.
Desde que Alfonso Prat Gay anticipara el corrimiento cambiario, todos los precios se ajustaron al dólar de $ 16. Este aumento en los bienes que conforman la canasta básica, causó un salto abrupto de la pobreza.
La Universidad Católica Argentina calculó en 1,4 millón de personas más en situación de pobreza solo en el primer trimestre de 2016. A eso se suma que la desocupación, según el Indec, escaló del 5,9 al 9,3 por ciento entre el tercer trimestre de 2015 , última medición antes de la emergencia estadística y el segundo trimestre de este año.
En esta última medición la Canasta Básica Total que define la línea de la pobreza por ingresos es entre 20 y 30 por ciento más cara que la utilizada hasta 2013. Si se hubiera continuado con la metodología anterior, en lugar del 32,2 por ciento de pobreza el resultado habría rondado el 23 por ciento.
En el 2001 cuando el kirchnerismo recibió el país con una tasa del 50 por ciento de pobreza y la redujo a unos 20 puntos con las canastas anteriores. El macrismo, con aquel parámetro, hubiera mostrado una cifra cercana al 23 para el segundo trimestre de este año.
Pero como el Indec lo modificó y no realizó un empalme estadístico, le despejó la cancha a Macri para que tome como punto de partida de su gestión el 32,2.La nueva metodología para calcular la pobreza es más exigente para definir el mínimo a partir del cual una persona es pobre o indigente, lo que implica un incremento del porcentaje de personas en esa condición.