Las huelgas y bloqueos a las refinerías han generado una escasez de combustibles ha puesto en riesgo el funcionamiento ideal en varios sectores económicos, y ante el riesgo de que las protestas se extiendan a la electricidad y a una central nuclear, las organizaciones patronales reclamaron al gobierno que al menos garantice la libertad de circular y trabajar.
No sólo la huelga es del sector petrolero, sino que al paro se adhirieron los ferrocarriles y se prevee una movilización nacional ,en decenas de ciudades de todo el país.Más allá de la escasez de combustibles. el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, explicó que se ha extraído el equivalente de tres días de consumo de esas reservas estratégicas, que son de 115 días, pero insistió en que no hay riesgo de agotamiento.
Pero reconoció que la situación en las gasolineras había empeorado en la región de París, donde un 40 por ciento se habían quedado sin combustibles , mientras en el oeste del país había mejorado.
El primer ministro afirmó que van a continuar las operaciones policiales para levantar los bloqueos y que no se retirará el proyecto de ley de reforma laboral, ni se modificará sus artículos más polémicos y calificó a la Confederación General del Trabajo -CGT-, que lidera la protesta desde hace tres meses, como una organización minoritaria que quiere hacer plegar al gobierno.
Porque la CGT no dicta la ley en este país, advirtió el primer ministro, que argumentó que si bien el derecho de huelga y de manifestación son derechos absolutos, esta radicalización es inaceptable. Seis organizaciones empresariales señalaron que frente a esta situación, corresponde al Estado velar por el respeto del derecho y tomar las medidas que garanticen el interés general, la libertad de trabajar y de circular libremente.
En medio de las protestas laborales, el Senado francés aprobó la ley antiterrorista solicitada por el presidente francés tras los actos terroristas del 13 de noviembre. La normativa dará a la justicia competencias de excepción como ordenar detenciones hasta por cuatro horas en casos de controles de identidad si su conducta resulta sospechosa de extremismo.
Con el pueblo en la calle, en un contexto de protesta social, esta ley puede ser contraproducente y que sea aplicada primero a los trabajadores.