La represión del viernes a la noche tuvo el broche de oro cuando la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, fue a visitar a los gendarmes heridos acusados de reprimir a unos chicos de una mura de la Villa 1-11-14 y los felicitó.
Este episodio se suma a los vividos en la autopista Riccheri, la represión a empleados municipales de la Plata, el maltrato a los manteros desalojados y la prisión de Milagros Sala, que debe ser la única presa política o política presa de la Argentina, porque corruptos procesados abundan, ni Boudou, Jaime, Schiavi, Macri, Menem y tantos más no fueron detenidos durante el proceso de investigación de las causas.
Este gobierno ha liberado la xenofobia nacional, para que cada funcionario la exprese con libre albedrío.
Tal es así la política implementada que el nuevo jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, representó a militares acusados por crímenes de lesa humanidad y fue socio del estudio que defendió a Galtieri.
Noceti se incorporó en 2001 como socio al estudio de Alfredo Battaglia y Luis Fernando Velasco, ambos miembros de la Corporación de Abogados Católicos,quienes en sintonía con Noceti, llegaron a calificar los procesos contra genocidas como instrumentos de revancha y de represalia política.
En tanto, la diputada nacional Victoria Donda presentará esta semana un pedido de informe a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para que de explicaciones en relación a la represión de Gendarmería llevada a cabo el pasado viernes 29 de enero en la villa 1-11-14, contra miembros de la murga del barrio.