Ante la escalada de atentados, los Gobiernos occidentales se plantean la necesidad de una intervención más decidida en la guerra de Siria, donde combaten el ISIS, las milicias kurdas, lo que la UE y EEUU califican de ?oposición moderada? y el régimen de Bachar el Asad, junto a milicias chiíes afines y combatientes iraníes y libaneses.
Fuentes del ministerio francés de Defensa indicaron que en total se lanzaron una veintena de bombas desde diez cazas, un ataque de mayor envergadura de los que hasta ahora venía haciendo la aviación francesa en Siria.
Mientras el mundo occidental prepara una cruzada contra el islamismo, la comunidad musulmana catalana, mediante un acto con la consigna: ?el Islam no es terrorismo? le brindó su pésame a los familiares de las víctimas y ha animado a los presentes a ?construir un futuro en paz?.
En estos actos salen a la luz los problemas que la geopolítica no ha podido solucionar, vivimos en un mundo globalizado, donde hay ciudadanos de primera y otros de segunda. Donde la inclusión ha generado mayor desigualdad y discriminación racial entre los inmigrantes europeos.
Pero además esta hipótesis de conflicto permanente generó que los productores de armas - EEUU y Arabia Saudí- con sus traficantes y las automotrices -Toyota- han encontrado en los ejércitos terroristas - ISIS- un ?nicho de mercado? muy importante.
El G20 deberá tratar de resolver los problemas de la economía y su relación con la política y la sociedad. Las palabras con la que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, abrió la cumbre de las 20 mayores economías avanzadas y emergentes trataban de reconciliar el hecho de que este foro lleva meses preparándose en torno a asuntos económicos, migratorios y medioambientales, con la urgencia de encontrar maneras de reforzar la seguridad frente a la amenaza del terrorismo.
Sin embargo el terrorismo se retroalimenta constantemente, cada vez que una bomba destruye poblaciones y mata a inocentes que ni siquiera saben dónde queda Paris o la Casablanca.